Techo de cristal y brecha de género en la empresarialidad en Uruguay.

¿Sos mujer y te está costando emprender? En tu trabajo, ¿hay varias mujeres en cargos gerenciales? ¿Ves posibilidades de ascenso en tu organización?

Tranquila; no estás sola.

Según el informe de “Mujeres y empresariabilidad” elaborado por ANDE con datos entre 2019 y 2023, las mujeres tienen una tasa promedio de participación en el empleo privado de 45%- Sin embargo, la participación de mujeres como propietarias o directivas de empresas es de 36% y, al considerar únicamente las sociedades de capital (cuando se excluyen las empresas de tipo personal), menos de 3 de cada 10 mujeres es dueña o tiene un cargo de alto directivo.

Estas brechas implican que las mujeres tienen más dificultades para acceder a la alta dirección en empresas más grandes y productivas que en empresas personales. Algunos sectores particulares (por ejemplo, el sector Financiero) están reservados para este tipo de formas jurídicas, lo que limita la participación de las mujeres en posiciones de mayor jerarquía (y, por lo tanto, mejor remunerados) y en la toma de decisiones empresariales.

Esto justamente es lo que se conoce como “techo de cristal”. Este concepto fue utilizado por primera vez en 1978 por Marilyn Loden, a raíz de su propia experiencia.

Esta expresión refiere a las barreras, algunas veces invisibles, que enfrentan las mujeres cuando buscan crecer profesionalmente. Si bien las mujeres llegan a cargos medios, estos obstáculos culturales y sociales, ponen un techo a las aspiraciones y oportunidades profesionales de las mujeres al subestimar las fortalezas, estilos y capacidades de muchas mujeres que, de tener la oportunidad, serían idóneas para los puestos de mayor responsabilidad.

Algunos otros datos relevantes –y desalentadores– del informe de ANDE son:

  • Existe una segregación ocupacional “horizontal”, que consiste en que las mujeres están sobrerrepresentadas en el empleo de algunos sectores, como ser los vinculados al cuidado (educación y salud) o en algunos servicios, lo que estaría reproduciendo la división de tareas por género aún vigentes en los hogares, en el mercado laboral.
  • Lo opuesto sucede en sectores de alta productividad y dinamismo como el sector financiero o las actividades científicas, donde la brecha en la participación femenina en el empleo versus la propiedad y directiva de empresas es muy alta.
  • A mayor tamaño de empresa menor participación femenina en la directiva/propiedad.
  • Si bien las mujeres emprenden cada vez más (más mujeres en empresas “nacientes”), la participación femenina no se refleja en empresas jóvenes (3-10 años) y maduras (más de 10 años). Esto podría relacionarse con la mayor participación de mujeres en la propiedad de empresas en sectores de menor productividad, más atomizados (peluquerías por ejemplo) y con mayor vulnerabilidad ante cambios en el mercado, lo que conlleva menores probabilidades de éxito de esa actividad.

Brújula Financiera busca ayudar a todas aquellas emprendedoras, empresarias o mujeres que simplemente quieran conocer un poquito más sobre herramientas de organización financiera, y así poder contribuir mínimamente en esta dura realidad en cuanto a la magnitud y la persistencia de las brechas de género existentes en el desarrollo productivo de Uruguay.

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