El punto de equilibrio es un concepto clave en cualquier negocio y emprendimiento y refiere al nivel de ventas que una empresa necesita para cubrir los gastos de estructura. Conocer el punto de equilibrio sirve para responder a la pregunta “¿cuántas unidades tenés que vender para no perder ni ganar dinero?” Es decir, cuántas unidades necesitás vender para que el nivel de ingresos compense los gastos de funcionamiento de la empresa.
A partir de esa cantidad de ventas, si vendés más, vas a poder ganar dinero. De lo contrario, si vendés menos, vas a estar perdiendo dinero.
Para poder calcularlo, necesitás conocer tus costos fijos y tus costos variables. Los costos fijos son aquellos que existen sí o sí y son independientes de tus ventas, como por ejemplo el alquiler del local, el seguro, etc. Por supuesto que, a partir de un nivel de operativa, los costos fijos pueden variar (por ejemplo, que necesites un local más grande) pero el concepto básico es que son costos que existen independientemente del nivel de actividad de la empresa. Por su parte, los costos variables son los que van cambiando con el nivel de actividad; por ejemplo, los insumos que utilizás para poder producir.
Una vez tenés claro tus costos fijos y tus costos variables, tenés que aplicar la fórmula de cálculo:
$0=PV x-CV x-CF
Siendo:
PV x, el precio de venta por unidad
CV x, el costo variable por unidad
CF, los costos fijos
x, las cantidades a vender
De esta forma, la cantidad x que tenés que vender para para empezar a ganar dinero, es:
En otras palabras, al dividir el total de tus costos fijos sobre el precio de venta unitario menos los costos variables unitarios (lo cual se llama margen de contribución del negocio), podrás obtener el nivel mínimo de ventas que tenés que hacer para empatar.
El punto de equilibrio es clave para entender la viabilidad de tu negocio y tomar decisiones fundamentadas.